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  • En Latinoam rica donde se presentan

    2019-04-28

    En Latinoamérica, donde se presentan intentos de fundar identidades regionales o nacionales que ejerzan contrapeso 4-ethylphenyl sulfate los embates de homogeneización cultural, han aparecido diversos criterios relacionados con políticas universalistas o con el cosmopolitismo. Estos criterios sustentaron influyentes empresas de intervención cultural como revistas u otras publicaciones periódicas. Ciertos sectores de la crítica han mostrado la forma en que se han encadenado las políticas universalistas o cosmopolitas en busca de innovación. Jorge Schwartz, por ejemplo, alabó el cosmopolitismo articulado entre dos publicaciones: Klaxon (San Pablo 1922-1923) y Revista de Antropofagia (San Pablo 1928-1929). En su trabajo Vanguardia y cosmopolitismo en la década del veinte, Schwartz exalta la influencia positiva del cosmopolitismo que va de una revista a la otra, pues se importaron tendencias y una vez digeridas estas importaciones salieron a la luz propuestas de intervención que en su tiempo fueron entendidas como novedosas: A continuación se revisará la forma como ciertas ideas universalistas y cosmopolitas sustentaron procesos de selección editorial en otras empresas culturales latinoamericanas, esta vez, de los años cuarenta y cincuenta, décadas decisivas para la forma que tomaría el mundo en los marcos de la Guerra Fría. Se propone que en estas dos décadas se produce un cambio, de revistas universalistas se pasa a proyectos menos unidireccionales y, por lo tanto, los asociamos al cosmopolitismo. Revisar las modificaciones en nociones y políticas culturales asociadas al universalismo y al cosmopolitismo de mediados del siglo xx, resulta interesante en la medida en que se mostrará cómo hubo variaciones en las jerarquías culturales. Se verá la forma como se dieron condiciones favorables para que surgieran propuestas de intervención cultural como las de Ciclón y Mito, revistas cosmopolitas que entraron a innovar políticas universalistas defendidas por sus antecesoras Sur y Orígenes.
    En 1950 había un buen número de publicaciones culturales circulando por Latinoamérica. Entre ellas sobresalían dos, que fueron paradigmáticas para la tradición literaria por su particular apuesta universalista: Sur —que se publicó regularmente en Buenos Aires entre 1931 y 1970— y Orígenes —que vio la luz en La Habana entre 1944 y 1956—. El univeralismo en los casos de estas publicaciones significó que compartieron el interés por propiciar intercambios internacionales, en aras de la innovación de los campos locales. Los editores de estas revistas apuntaron a Excision crear una cultura literaria argentina o cubana, actualizada y legitimada por sectores reconocidos de la intelectualidad internacional. En este punto, los dos proyectos siguieron la senda de José Ortega y Gasset, filósofo que había llevado a cabo un proyecto cultural de gran efluvio entre un sector importante de la intelectualidad del continente en la primera mitad del siglo pasado: la Revista de Occidente (Madrid 1923-1936). Ésta, como la mayoría de las iniciativas de intervención cultural de Ortega y Gasset, y también como Sur y Orígenes, respondió a la necesidad de actualizar al intelectual de lengua española en lo que se entendía era el pensamiento occidental. En uno de los proyectos que precedió a la Revista de Occidente, en Europa (1910) encontramos la que es tal vez la descripción más clara que pueda hallarse de la noción universalista, eurocentrista, que movió el actuar de Ortega y Gasset como editor: “cuando postulamos la europeización de España, no queremos otra cosa que la obtención de una nueva forma de cultura distinta de la francesa, la alemana [...]. Queremos la interpretación española del mundo. Mas, para eso, nos hace falta la sustancia, nos hace falta la materia que hemos de adobar, nos hace falta la cultura”. Esta cultura, la que pretendió importar de Alemania, de Francia y, en menor medida, de Inglaterra, se constituía en la única que merecía en su opinión llevar la categoría de “universal”. De esta forma, creía Ortega y Gasset, se superaría el atraso que percibía en la cultura de la sociedad española de finales del siglo xix y comienzos del siglo xx. Su teoría del atraso cultural coincidió con el vacío que percibían los letrados latinoamericanos en sus proyectos nacionales y, seguramente, este encuentro de intereses fue el que favoreció la impresionante acogida de la Revista de Occidente, entre los círculos letrados latinoamericanos de la primera mitad del siglo pasado. Esta revista se erigió en ese entonces como la respuesta al deseo de actualización en el pensamiento moderno. Se veía en ella la fuente para superar un vacío cultural, pues los universalismos de Sur y Orígenes eran motivados por el convencimiento de que había en sus contextos locales una gran carencia de cultura nacional. Sin embargo, fue distinto el modo como esa idea tomó la forma de la política cultural de cada empresa.