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  • Como se ha apuntado posteriormente la

    2019-05-18

    Como se ha apuntado posteriormente, la poesía como caminata es otra imagen de la búsqueda acerca de los límites del ser y del estado de ser ( y ). Las conexiones entre los procedimientos literarios y los del narrador-caminante de se presencian hbv virus través de varios términos técnicos que se usan para analizar la poesía. Partiendo de la idea del verso, de la línea o de la expresión poética como un camino textual, hay que considerar palabras como ‘pie’, ’métrica y ’encabalgamiento’, las cuales se emplean para estudiar y criticar la poesía. Gracias a ellas, se observan las relaciones entre la literatura y la vida cotidiana basadas en las experiencias del cuerpo. Es cierto que nuestra referencia primaria al ritmo, fundamento del lenguaje poético, se deriva de nuestras experiencias físicas. El latido del corazón, el torrente de las trayectorias que la sangre emprende para mantener la vida, y el ritmo constante de nuestros pasos proporcionan claros ejemplos de esta realidad. Así, usamos un término corporal, el pie, para trazar una unidad métrica en la poesía. Se mide el progreso a través de un poema igual que el pasar del cuerpo a través del espacio y del tiempo. Asimismo otro tropo poético, el encabalgamiento, tiene su homólogo somático: un verso parece saltar y así integrarse en otro al estilo de unos pies humanos que siguen adelante. El empleo de tales términos sobre todo corporales para aproximarnos a la literatura sugiere que esta es, verdaderamente, un reflejo de la experiencia más básica de los seres humanos, ya que definimos nuestra existencia según las capacidades y los límites del cuerpo. La poesía cobra cuerpo y de hecho, llega a representar un cuerpo a su propio modo. La poética del camino, que refleja un estar en curso, es una variación de esta preocupación más general en toda la obra de Octavio Paz acerca de las relaciones entre el lenguaje y el cuerpo. y otros textos de Paz donde se trazan caminos son representativos del vitalismo, no solo en la poesía sino en la experiencia limítrofe que es estar en el cuerpo y en el mundo. El cuerpo en movimiento es análogo al tránsito de la vida y el destino desconocido de esta en la muerte. Se hallan ejemplos impactantes de esta comparación en el poema temprano “Entre la piedra y la flor”, donde Octavio Paz evoca el “trote obstinado de animal humano” (: 88). Desde el paisaje de Yucatán, el yo poético observa al ser humano y su condición de existir entre espacios divididos y condiciones opuestas. No obstante, el poema sugiere paradójicamente que lo limítrofe es de hecho una experiencia de plenitud: La imagen del hombre “entre la piedra y la flor” tiene profundas resonancias con otras que se elaboran no solo en la poesía de Paz sino también en su obra ensayística. Ahora bien, en la obra de Octavio Paz la destreza del autor como lector tiene una importancia equivalente respecto a kilocalorie la habilidad para crear textos nuevos. La lectura y la escritura son actividades mutuamente fértiles con las que el autor se entrena, se enfrenta y se lanza, todo en relación con la literatura. En esta misma línea, es lícito examinar un texto ensayístico de Paz donde encontramos más pautas útiles para la consideración del En el prefacio a una antología de la poesía de Xavier Villaurrutia, Octavio Paz identifica la preposición como una clave del arte y pensamiento de aquel autor, quien fuera desde luego un mentor poético para Paz (: 60-61). La observación sobre el en la obra de Villaurrutia es ilustrativa de la tendencia por parte de Octavio Paz de realizar lecturas “parciales e interesadas” (Stanton: 56) de poemas y poetas específicos. Es decir, cuando Paz escribe sobre la poesía de los demás o la poesía en general, también desarrolla, pule y promueve sus propios poemas y su poética. La lectura, la crítica, la teoría y la creación literarias son actividades inseparables para Paz. Efectivamente, en el siguiente comentario, Paz realiza una interpretación sensible que arroja luz no solo sobre la obra de Villaurrutia sino asimismo —y de mayor interés para el presente estudio— sobre su propia obra: